Al menos 44 personas murieron y más de 20 están desaparecidas debido a las repentinas inundaciones ocurridas en Indonesia, que provocaron grandes deslizamientos de tierra que arrasaron la Isla de Flores.
Las autoridades del gobierno y los socorristas no descartaron la posibilidad de que el número de víctimas sea todavía mayor porque en la zona de Flores “muchas personas siguen bajo el barro”.
Las torrenciales lluvias comenzaron a caer poco antes de que los indonesios se despertaran para celebrar la Pascua.
El fenómeno climático afectó principalmente a la Isla de Flores. El barro inundó las casas, mientras que los puentes y las carreteras del extremo oriental de la isla quedaron destruidos, según informó el vocero de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Raditya Jati.