Cada 1 de noviembre, el cielo de San Pedro Sacatepéquez y San Marcos se llena de colores, viento y emoción. No es solo una tradición… es un puente entre la tierra y el cielo, un día donde el alma recuerda, honra y ama a quienes ya partieron.
Entre esos barriletes que tocan el cielo, siempre destaca uno con historia, dedicación y sentimiento: el de Edson Alexis Miranda Navarro.

Desde los 17 años, Edson encontró en esta tradición una forma de expresar amor, respeto y memoria. Con cada diseño, con cada papel pegado y cada hilo tensado, él no solo crea un barrilete… crea un homenaje. Porque para él, así como como para muchos, este día significa elevar al viento los recuerdos que el corazón jamás suelta.
Sus logros reflejan su entrega en los concursos de barrilete en los que Edson ha participado:
En San Marcos
5 primeros lugares
2 segundos lugares
1 tercer lugar
En San Pedro Sacatepéquez
1 primer lugar
1 segundo lugar
1 tercer lugar
Pero más allá de los premios, hay algo que define su pasión: la fe de que cada barrilete lleva un mensaje al cielo, allí donde descansan quienes fueron parte de nuestra vida y hoy siguen viviendo en nuestro corazón.

Este año, como cada uno, Edson volverá a ver su barrilete elevarse… y con él, sus recuerdos, sus oraciones, y ese amor que ni el tiempo ni la distancia pueden borrar.
Porque cuando los barriletes vuelan, las almas también se abrazan. Y mientras el viento los sostenga, nuestros seres queridos nunca estarán lejos.





