Sandra Monroy, sobreviviente del cáncer de mama, posa para una fotografía tres meses después de que se le practicara una mastectomía bilateral. Salvó la vida y optó por no reconstruir sus senos e impulsar una red de acompañamiento a través de su iniciativa ‘Jódete cáncer.
En marzo de este año, durante un examen de rutina, Sandra Monroy, de 36 años, recibió la noticia de que tenía cáncer tipo 1 en el seno izquierdo. Los médicos de la Fundación Cáncer de Mama, FUCAM le dijeron que la opción más viable era extirparle ambos senos para evitar riesgos.
La cirugía vendría acompañada de una reconstrucción estética de mamas que incluía implantes, pero dice que tras valorar los procedimientos, decidió darle a su cuerpo un nuevo significado.
“Por darme cuenta que no era una necesidad, que puedo ejercer uno de los primeros derechos, que es la libertad sobre mi cuerpo. También la no reconstrucción es un derecho”, dijo.
Un día después de la cirugía, hizo una sesión fotográfica con su amiga Sashenka Gutiérrez, fotógrafa de la agencia EFE.