El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, firmó esta madrugada del domingo un decreto que impuso una cuarentena estricta a más de 16 millones de habitantes, para detener el crecimiento impresionante de la epidemia del coronavirus, que en un día hizo crecer en más de 1100 personas el numero de contagiados.
Los afectados habitan la región de Lombardía, la más grande y rica del país, y otras 14 provincias vecinas e importantes en la vida de la península. Las medidas vencen el 3 de abril. Se trata de Venecia, Padua Modena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rimini, Pesaro, Urbino, Verbano, Treviso, Vercelli, Novara, Asti y Alessandria.
La medida evoca las cuarentenas que impuso China para contener (y lo logró) su propia epidemia en la metrópoli de Wuhan y sus alrededores, donde se originó el estallido del coronavirus que se está difundiendo por todo el mundo a gran velocidad.
En Italia, las iniciativas produjeron gran confusión y protestas en estas primeras horas, con miles de personas que buscaban asaltar los trenes para huir de la zona roja única de aislamiento, que abarca en buena parte del norte italiano a un cuarto de la población total de 60 millones de habitantes.
Entre las medidas, destinada a mantener en el mayor aislamiento posible a los habitantes de las zonas más afectadas por el contagio, se incluye la cancelación de las ceremonias de bodas civiles y religiosa y de los funerales.
El decreto prohibe la entrada o salida de las personas de la enorme “zona roja” de cuarentena, a excepción de “comprobadas eigencias laborales o extraordinarias, como motivos de salud”.
Las personas que tengan una temperatura mayor a los 37,5 grados deberán quedarse en sus casas y no podrán mantener contactos con los demás, con estricta prohibición de movimientos de aquellos que han sido ya detectados como portadores positivos del coronavirus
Durante el período de la cuarentena, que vence el 3 de abril, se recomienda a los trabajadores “que se tomen permisos o vacaciones”.
Todas las competencia deportivas, excepto las profesiones que se realizarán a puertas cerradas, quedan suspendidas. También las manifestaciones públicas.
En los lugares de culto, donde ya están en vigor muchas medidas de seguridad, se exige aplicar la distancia de un metro entre los fieles. En la Iglesia católica ya han sido vaciadas las pilas bautismales y muchas misas se celebran vía Internet. En el Vaticano el Papa pronuncia este domingo el Angelus desde la biblioteca apostólica, también trasmitido por Internet. Será igual en la audiencia general de los miércoles.
El decreto ordena el cierre de gimnasios, piscinas, estaciones de esquí, centros culturales, discotecas, teatros, cines y pub.
Los bares pueden funcionar desde las 6 hasta las 18 horas pero, como los restaurantes, deberán respetar la distancia entre cada cliente de un metro de distancia para evitar los contagios del virus.
Durante el fin de semana estarán cerrados los centros comerciales medianos y grandes.
Quedan suspendidos los permisos del personal sanitario y de los trabajadores que sean necesarios para la gestión de la crisis.
En las provincias italianas y regiones que están fuera de la gran “zona roja” en cuarentena, llamada la “zona amarilla”, se cierran los cines, teatros y museos, mientras que hasta el 15 de marzo se mantiene el cierre de las escuelas y universidades.
Es casi seguro que el cierre de escuelas y universidades en todo el país se prolongará hasta el 3 de abril.